viernes, 14 de septiembre de 2018

H O Y

Hoy te extrañe.
Vino así de repente, de la nada, sin avisar.
Me levante de la cama, solo para comprarme una merienda, y te extrañé.
Volver sola, con esa merienda en la bolsa y que no haya nadie para compartirla... ¿Que no haya nadie digo? já. "Que no este vos para compartirla" es la verdad.
En lo cotidiano es donde me sorprende la extrañitis. En esas cosas que hacíamos día a día para compartir con el otro. En los detalles, en los guiños, en todo.

Tengo una casa llena de tus cosas, en cada paso estas vos, y sin embargo, en ese microsegundo me acorde que no estas, que nos vas a estar y que te voy a seguir extrañando. 

Hoy te extrañé, y no se cuando voy a dejar de hacerlo.

1 comentario:

  1. Esos pequeños momentos suelen ser mucho más intensos en el recuerdo que los grandes hitos.

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